En uno de los capítulos de Guerreros del mañana: Historia del cine post-apocalíptico, Joaquín Díaz Cáceres analiza cómo las películas de este subgénero no han sido una excepción en las cinematografías asiáticas. Eso sí, la mayoría de las propuestas que han llegado a las carteleras de esos países han estado alejadas de las modas occidentales; y cuando han seguido sendas argumentales vistas en otras partes, lo han hecho añadiendo una esencia propia.
Ya que el peligro atómico está muy presente en la sociedad nipona, no debe extrañarnos que el cine de Japón haya hablado muchas veces sobre terribles futuros ruinosos. Pero no ha sido la única industria que ha explotado dicha temática. Hay que señalar Corea del Sur, China, Filipinas y hasta India… Estas son siete de las muchas joyas forjadas con genuino fuego oriental de las que se habla en el libro.
Burst City (1982)
«Distopía entre el musical punk rock y el cine de acción, está ambientada en una ciudad de Tokio futura, sucia y decadente, en el que un grupo de jóvenes rebeldes tratan de impedir la construcción de una central nuclear. Fresca y vital, sin duda es plenamente recomendable. Para algunos críticos y autores, es uno de los largometrajes precursores del cine de acción japonés contemporáneo».
Nausicaä del Valle del Viento (1984)
«Cientos de años después de una gran guerra nuclear que arrasó con todo, el planeta está invadido de vegetación y fauna mutante, unos gigantescos animales que hostigan a los seres humanos que han sobrevivido a este acontecer trágico. Casi 120 minutos de acción, fantasía y aventuras con el característico sello de calidad que Ghibli ha patentado. Adulta, imaginativa y sorprendente hasta el final».
Equalizer 2000 (1987)
«El filipino Cirio H. Santiago volvía a la carga con el que quizá sea su film más conocido. En un futuro devastado y en ruinas, dos grupos enfrentados, luchan entre sí en pos de la propiedad de una poderosa arma cuya posesión les puede asegurar su supervivencia. Destaca en el reparto, y no precisamente por sus dotes interpretativas, la modelo erótica Corinne Wahl. Como era costumbre en aquellos locos años de cultura videoclubera, podemos encontrar copias de esta peli con otros nombres, en este caso Defender 2000».
Akira (1988)
«Un film de culto y verdadera obra maestra de la animación en el séptimo arte. Transcurre en la Neo-Tokio de 2019, una nueva ciudad construida sobre los cimientos destruidos por la Tercera Guerra Mundial de la antigua capital. En continua crisis política y social, Kaneda y su amigo Tetsuo se ven envueltos en una conspiración científico-militar, ya que Tetsuo es el poseedor de un arma definitiva interior denominada “energía absoluta”. Akira se convierte en anime clásico, deslumbrante e imprescindible, con escenas memorables y una de las mejores persecuciones de motos que jamás hayamos visto».
Snowpiercer (2014)
«Un experimento para solucionar la crisis medioambiental del planeta acaba con todo rastro de vida en la Tierra, justo lo contrario a lo que se pretendía. Únicamente salvan la vida los pasajeros de un tren que recorre el mundo con un motor de movimiento eterno. Una metáfora sobre las sociedades humanas, con cierta carga de denuncia y filosofía social, que resulta una propuesta entretenida y arrolladora. Es de esas películas que hacen reflexionar y generan interrogantes».
Mad Shelia (2016)
«Nos cuenta los avatares, en un mundo postatómico, de una cazarrecompensas y de otros variopintos supervivientes que tratan de huir de las garras de una banda de forajidos que dominan las carreteras de los páramos orientales. Los chinos se apuntan a la moda del copieteo descarado de Mad Max, incluso en el póster».
Fonotune: An Electric Fairytale (2018)
«Proveniente de la tierra del sol naciente, y coproducida con Estados Unidos y Alemania, es un experimento kitsch, sin apenas diálogos, en el que un variopinto grupo de descastados personajes vagan por un pedregal indefinido en búsqueda del lugar donde va a celebrarse el último concierto rock del mundo, infecundo y desamparado tras el holocausto nuclear».